El siglo XX
Con la llegada del siglo XX aparecerán un sinfín de nuevos estilos, todos contrarios al Romanticismo del siglo XIX. El Impresionismo francés va a tratar de fragmentar las melodías para crear una sensación de magia y ensoñación. El Atonalismo y el Dodecafonismo alemanes se encargarán de destruir por completo las bases de la música clásica, es decir, la tonalidad (las escalas). El Futurismo italiano incluirá el ruido dentro de sus composiciones, como parte del paisaje sonoro de las nuevas ciudades, llenas de coches y fábricas. Los nuevos Nacionalismos en España, los países nórdicos y del este europeo conectará directamente con el folclore de cada región.
Esta tendencia se radicalizará a partir de la Segunda Guerra Mundial, mediante la aleatoriedad, el serialismo, el minimalismo o la improvisación libre.